En América Latina, se percibe que, en algunos segmentos de la sociedad, se han acentuado problemas en la formación académica tradicional. Un ejemplo de ello es la utilización de modelos antiguos para educar a las nuevas generaciones, que han evolucionado en su manera de aprender, utilizando la tecnología como fuente de búsqueda de información y comunicación.
Dicha forma de enseñanza podría generar situaciones negativas, como el desinterés y la poca participación de los estudiantes en el proceso formativo, si se siguen utilizando los modelos tradicionales descritos anteriormente, por lo cual se podría evaluar la implementación de las Tecnologías de Información y la Comunicación (TIC) como una solución que responda ante dicha problemática, en la cual se proponga un nuevo modelo de participación e interacción, en la medida en que el mismo se valore como una alternativa para el proceso de enseñanza/aprendizaje en la educación.
Esta opción, utilizada estratégicamente y de forma creativa, ofrece nuevas expectativas para la construcción de conocimientos, que permitan la inclusión social en la enseñanza. Para ello es necesario que cada centro educativo, de manera compatible y combinada con otras instituciones académicas, utilice estos medios para potenciar la formación y la gestión pedagógica.
